Volkswagen está considerando retirarse de su operación en Xinjiang, China, mediante la venta de su planta y pista de pruebas locales, según fuentes cercanas al asunto. La automotriz alemana ha enfrentado una creciente presión para reevaluar su presencia en esta región debido a preocupaciones sobre los derechos humanos. Xinjiang ha estado en el foco de atención internacional por las acusaciones de abusos contra la etnia uigur y otras minorías musulmanas.
Contexto de la Decisión
En los últimos años, las empresas multinacionales han estado bajo presión para evitar operaciones que puedan asociarse con violaciones de derechos humanos. Un portavoz de Volkswagen, al ser consultado sobre la posible venta, mencionó que la compañía está revisando constantemente su red global de producción y distribución para asegurar la optimización y el cumplimiento de sus principios éticos.
Volkswagen está comprometida a operar de manera responsable y sostenible, evaluando regularmente sus inversiones y operaciones en todo el mundo.
Las razones detrás de esta salida potencial no solo incluyen preocupaciones éticas, sino también implicaciones financieras. La planta en Xinjiang ha sido objeto de escr