La mayoría de los países de la Unión Europea no lograron cumplir con el plazo del 17 de octubre de 2024 para implementar las nuevas normas de ciberseguridad estipuladas en la Directiva NIS2, diseñada para robustecer la protección cibernética en sectores críticos. Esta directiva, que fue adoptada en diciembre de 2022, impone nuevos requisitos a industrias esenciales, como el transporte, la energía y la salud, incrementando las demandas en cuanto a seguridad cibernética.

Retrasos en la Implementación

A pesar de la urgencia de estas medidas, solo unos pocos países han cumplido completamente con las exigencias. Una de las principales dificultades enfrentadas por los Estados miembros ha sido la necesidad de integrar estas regulaciones a sus legislaciones nacionales en un plazo relativamente corto. Según expertos, esta situación podría dejar expuestos a los países ante posibles ataques cibernéticos.

Un portavoz de la Comisión Europea subrayó la importancia de la directiva, afirmando: