Stellantis, uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo, ha tomado medidas legales contra el sindicato United Auto Workers (UAW) en medio de una serie de huelgas que han afectado la producción de automóviles en Estados Unidos. La compañía argumenta que el sindicato ha incurrido en prácticas laborales injustas, lo que ha llevado a tomar esta decisión drástica.
Contexto del Conflicto
La huelga, que comenzó a mediados de septiembre, ha afectado principalmente a tres grandes compañías automotrices en los Estados Unidos: General Motors, Ford y Stellantis. Estas tres empresas, conocidas como el «Big Three», han estado en negociaciones con el UAW sobre asuntos vitales como salarios, condiciones laborales, y beneficios para los empleados.
Stellantis asegura que el sindicato ha realizado paros laborales estratégicos sin el aviso adecuado, lo cual infringe los términos de negociación colectivos acordados previamente. La empresa argumenta que estas acciones han tenido un impacto significativo en sus operaciones y han llevado a pérdidas económicas considerables.
En la demanda presentada, Stellantis describe varias instancias en las que, según ellos,