La empresa Shell ha logrado revertir una histórica decisión judicial en los Países Bajos que requería reducir significativamente sus emisiones de carbono. En mayo de 2021, un tribunal en La Haya había ordenado a Shell disminuir sus emisiones de carbono en un 45% para 2030, con respecto a los niveles de 2019. Esta decisión fue considerada pionera en el ámbito legal internacional por exigir a una gran corporación energética que alineara sus operaciones con el Acuerdo de París.
El fallo apelado y sus implicaciones
Recientemente, un tribunal de apelaciones falló a favor de Shell, argumentando que la empresa había demostrado un compromiso suficiente con la reducción de sus emisiones y que, por lo tanto, no se le podía imponer el cumplimiento de la exigencia inicial. El tribunal destacó los esfuerzos de la compañía por adaptar su modelo de negocios hacia energías más sostenibles.
La decisión original había sido celebrada por organizaciones ambientalistas como un paso crucial hacia la responsabilidad corporativa en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, Shell argumentó desde el principio que el fallo era injusto y que ya estaban trabajando activamente en medidas