En el transcurso del último año, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, ha incrementado su influencia en el ámbito político de Washington D.C., lo cual ha permitido a la compañía desempeñar un papel crucial en las discusiones sobre la regulación de la inteligencia artificial. A través de un esfuerzo de cabildeo, Altman ha buscado suavizar las preocupaciones gubernamentales sobre la rápida expansión de la IA.
El enfoque estratégico de Altman
Altman ha adoptado una estrategia de acercamiento directo y diálogo abierto con los legisladores. Ha participado en audiencias del Congreso y ha mantenido reuniones privadas con figuras clave del gobierno. Este enfoque le ha permitido posicionarse como una voz central en la conversación sobre cómo debe regularse la IA.
«Es vital que trabajemos juntos para establecer normas que aseguren que la inteligencia artificial beneficie a toda la sociedad», señaló Altman durante una de sus intervenciones en el Congreso.
Una parte esencial del trabajo de cabildeo de Altman ha sido la presentación de posibles beneficios económicos y sociales que la inteligencia artificial puede brindar si se regula de manera adecuada. Para ganar apoyo