La nueva planta en México se perfila como una de las más importantes del país en términos de capacidad de procesamiento de petróleo. Con una capacidad de 650.000 barriles diarios, esta instalación se convertirá en un pilar fundamental para el sector energético de la nación, y se espera que tenga un impacto significativo en la economía y en la producción de combustibles en el mercado nacional.
Capacidad y conversión
La planta tendrá la capacidad para procesar 650.000 barriles diarios, lo que representa una cifra considerable en el contexto de la producción petrolera de México. Además, más de la mitad de esta producción se convertirá en gasolina, un recurso esencial para el mercado doméstico y la movilidad de la población.
De acuerdo con datos recientes, la planta funcionará a pleno rendimiento, alcanzando cifras que contribuirán a satisfacer la demanda interna de combustibles, reducir la dependencia de las importaciones y fortalecer la economía local.
Entre los beneficios esperados se incluye no solo el incremento en la producción de gasolina, sino también el estímulo de empleos locales y el impulso del desarrollo tecnológico en el sector energético.