Las nuevas tecnologías están avanzando a un ritmo vertiginoso, y con ello surgen nuevas preocupaciones sobre la privacidad. En esta ocasión, el foco de atención se centra en dispositivos que tienen la capacidad de capturar nuestras ondas cerebrales, lo que plantea una nueva batalla en el terreno de la privacidad digital.
Dispositivos de alta tecnología
Estos dispositivos están diseñados para monitorear y analizar la actividad cerebral del usuario, lo que puede ofrecer una serie de beneficios en áreas como la salud y la productividad. No obstante, también abren la puerta a una serie de preocupaciones en cuanto al uso y la protección de estos datos tan sensibles.
Por ejemplo, algunas de estas tecnologías pueden ser utilizadas para identificar estados de ánimo o incluso predecir comportamientos futuros. Esto significa que, en manos equivocadas, podrían ser explotadas para fines comerciales o incluso manipulativos.
Una de las mayores preocupaciones entre expertos y defensores de la privacidad es la posibilidad de que estos datos sean recolectados y utilizados sin el consentimiento adecuado del usuario. Nita Farahany, profesora de derecho y filosofía en la Universidad de Duke, destaca: