Las tensiones continúan creciendo mientras representantes de diferentes naciones se reúnen para comenzar la quinta ronda de conversaciones sobre un tratado global de plásticos bajo la supervisión de las Naciones Unidas. Este tratado busca abordar la creciente crisis de contaminación plástica que afecta al medio ambiente y a la salud pública en todo el mundo.
Las divergencias entre países
Desde el inicio de las conversaciones, ha habido dificultades significativas para alcanzar un consenso entre los países participantes. Las divergencias se centran principalmente en la intención de algunos países de implementar prohibiciones estrictas y restricciones sobre la producción y uso de plásticos. Mientras tanto, otros países, especialmente los que dependen económicamente de la producción de plásticos, buscan un enfoque más flexible que permita gradualmente reducir su dependencia de estos materiales.
Un delegado de un país europeo, que apoya medidas más estrictas, comentó:
«La contaminación plástica es una amenaza global que requiere una acción unificada y decisiva. No podemos permitirnos el lujo de actuar a medias».
Por otro lado, algunos países exportadores de plásticos argumentan que prohibiciones drásticas podrían