Está más que claro que las malas decisiones siempre acaban pasando factura. Ford está empezando a experimentar las consecuencias de haber apostado fuertemente por los coches eléctricos. Salvo las marcas de lujo como Lamborghini, pocas más están viviendo momentos dulces en la industria automotriz.
La situación de Ford
El fabricante de automóviles con el emblemático óvalo azul no está pasando por su mejor momento, y no se pronostican tiempos mejores a corto plazo.
«Ford está comenzando a enfrentarse a los desafíos derivados de su inversión en la movilidad eléctrica,»
- La transición hacia vehículos eléctricos ha sido costosa.
- La competencia en el mercado de coches eléctricos es feroz.
- Las infraestructuras de carga aún son insuficientes para muchos consumidores.
Ford ha invertido una cantidad considerable de recursos en el desarrollo y comercialización de coches eléctricos. Sin embargo, la rentabilidad de esta apuesta aún no es clara y está generando inquietudes tanto en los inversores como en los analistas del mercado.