Las empresas navieras están adoptando una estrategia dual para hacer frente a las crecientes regulaciones ambientales y la transición hacia una economía más verde. Están invirtiendo en la adquisición de embarcaciones de combustible dual, que pueden operar tanto con combustibles fósiles convencionales como con combustibles más limpios, en un intento por permanecer competitivas mientras cumplen con las nuevas normativas ambientales.
La presión de las regulaciones ambientales
Los reguladores a nivel global están introduciendo normas más estrictas con la finalidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por parte del sector marítimo. Esto ha llevado a las compañías de transporte de contenedores a buscar soluciones innovadoras para cumplir con estas exigencias. Uno de los enfoques más destacados es el uso de barcos de combustible dual, que ofrecen flexibilidad y sostenibilidad al permitir el uso de combustibles con menor huella de carbono.
Un ejecutivo de una destacada empresa naviera comentó sobre este enfoque:
«Esta inversión en tecnología de combustible dual no solo nos ayuda a reducir las emisiones, sino que también asegura que estemos preparados para futuras restricciones».