La Comisión Europea, el organismo encargado de la competencia en la Unión Europea, ha decidido abandonar su política de permitir a los reguladores bloquear ciertas adquisiciones denominadas «asesinas» tras un fallo judicial. Esta postura había sido inicialmente introducida para combatir aquellas adquisiciones que podían dañar la competencia al eliminar a empresas emergentes prometedoras.
Decisión del Tribunal General
Recientemente, el Tribunal General de la UE emitió un fallo que anuló la decisión de los reguladores de bloquear una fusión específica. Esta decisión subrayó las limitaciones que enfrenta la Comisión Europea para intervenir en fusiones que no alcanzan ciertos umbrales de ingresos.
«La sentencia del Tribunal nos recuerda la necesidad de actuar dentro del marco jurídico existente», comentó un portavoz de la Comisión Europea.
La política original permitía bloquear fusiones incluso si las empresas involucradas no superaban los umbrales financieros habituales para una revisión antimonopolio. El objetivo era prevenir estrategias por parte de compañías más grandes que pudieran adquirir a competidores más pequeños para eliminarlos del mercado.
Tras el fallo del Tribunal General, la Comisión ha admit