Recientemente, Bristol Myers Squibb enfrenta un renovado desafío legal en el que está en juego una demanda de $6.7 mil millones de dólares debido al retraso en la aprobación de un medicamento para el tratamiento del cáncer. Esta controversia se centra en la acusación de que la compañía actuó de manera inadecuada en el proceso de autorización de su fármaco innovador, perjudicando a sus inversores y a miles de pacientes que esperaban el tratamiento.
Detalles del Caso
La demanda surge a partir de que los inversionistas afirman haber experimentado pérdidas económicas significativas debido a la lentitud en el lanzamiento del medicamento. Según los demandantes, Bristol Myers Squibb no solo fue lento en obtener la aprobación, sino que además, falló en proporcionar información precisa y oportuna sobre los progresos en el desarrollo del medicamento. Esta falta de transparencia es vista como un incumplimiento de sus responsabilidades hacia los accionistas.
«Nuestra prioridad siempre ha sido la seguridad y la eficacia del tratamiento para nuestros pacientes», defendió un portavoz de la empresa, argumentando que cualquier retraso fue causado por la necesidad de realizar pruebas exhaustivas